Aprender Jugando: tan importante para un niño.

Aprender Jugando: tan importante para un niño.

Aprender jugando es la clave del desarrollo infantil. El juego es la actividad más importante en la vida de un niño.

Parafraseando a Tonucci, los niños deben tener tiempo real para jugar, ellos necesitan recrear su historia, sus roles, en fin, tener algo para contar.

Es por esta razón que en un modelo de educación 360 permitir a los niños y a las niñas el juego libre o proponerles distintas formas lúdicas es una tarea primordial para el docente

Asimismo, la profesora de Jardín, en su rol de mediadora de los aprendizajes, debe jugar con el niño y de esta manera establecer un vínculo basado en el cariño y la confianza mutua.

Los espacios de juego socializante son prioridad en el jardín

El niño jugando desarrolla toda su fantasía, explora, intercambia experiencias, propone, aprende a aceptar a los demás. en definitiva, es el ámbito natural para el desarrollo de la dimensión social

Junto a su grupo de pares, y jugando con ellos a las distintas formas de juego, según la etapa del desarrollo que atraviesan, aprenden la confianza en sí mismo y en los demás, experimentan el tener que pedir ayuda, practican hábitos buenos en pos de la adquisición de virtudes tales como la sinceridad, honradez, respeto por las diferencias, tolerancia, solidaridad, responsabilidad, paciencia y empatía, entre otras-

El juego y la competencia comunicativa

Hasta aquí hemos dicho que el juego es el vector fundamental para el desarrollo social, afectivo y emocional en la infancia, pero también lo es para el desarrollo de la competencia comunicativa.

En la acción de comunicarse intervienen varios elementos, uno de ellos es el mensaje que tanto emisor como receptor deben conocer. Ese mensaje puede transmitirse utilizando diversos códigos verbales y no verbales. El lenguaje hablado y escrito forman parte de los verbales.

Las diversas formas de juego ofrecen a los alumnos la oportunidad de desarrollar lenguaje ampliando el vocabulario, generando frases pertinentes a lo que se quiere comunicar, y en el caso de un modelo bilingüe como el nuestro, desarrollar la segunda lengua.

Los juegos del lenguaje, ofrecen la oportunidad de desarrollar la Conciencia Fonológica (la capacidad de discriminar que a cada sonido hablado le corresponde uno escrito), va adentrándolo en el apasionante mundo de la lectura y escritura.

La comunicación también implica saber escuchar saber expresar las propias ideas con palabras adecuadas

Otra forma de comunicación que el niño aprende a través del juego es el lenguaje no verbal que implica una forma de comunicación que se genera a través de gestos, de movimientos corporales, que no necesita palabras, pero es perfectamente comprensible por el otro.

La literatura es otra forma de juego, escuchar poesías, trabalenguas, relatos, cuentos narrados por adultos o por otros niños, explorar libros, o escuchar leer al adulto genera en el niño un gran placer que le abre un mundo fantástico y potencia sus formas de jugar.

 

 El juego y el desarrollo motriz 

Otro aspecto que da valor a las actividades lúdicas es el desarrollo neuromotor.

Los juegos que implican movimiento y le permiten a los niños correr, saltar, gatear, arrastrarse, trepar, son las actividades qué más los divierten y que favorecen las conexiones neuronales, favoreciendo de esta manera el desarrollo de habilidades motrices, estrechamente ligadas a las habilidades intelectuales.

Muchos autores coinciden en que el juego es la base del desarrollo intelectual de los niños y niñas. Durante el juego, los adultos dan soporte afectivo y emocional mientras que los menores se convierten en protagonistas de sus propios procesos de aprendizaje.

En la actualidad también cobran relevancia los juegos digitales, que orientados hacia el desarrollo de capacidades y habilidades, y mediados por el adulto, ofrecen al niño una amplia gama de posibilidades creativas

Por todo esto cada día en el Jardín es valiosísimo, aunque seguimos afirmando, y cada día con más fuerza, que los padres son los primeros educadores y el jardín complementa la acción educativa familiar.

Cada momento que dedicamos a jugar con nuestros hijos es valiosísimo, en si mismo y como recuerdo para el futuro.

En casa no dejemos de jugar con nuestros hijos:

  • Compartir actividades cotidianas como cocinar, arreglar el jardín, lavar el auto, son actividades lúdicas si así se lo hacemos ver a los chicos.
  • Leerles a la noche, o en cualquier momento del día,
  • Juegos de mesa
  • Expediciones por la casa, la cuadra de nuestro barrio.
  • Fabricar juguetes, jugar a lo que ellos nos proponen.
  • Hacer experimentos, disfrazarnos…

Estas ideas son solo disparadores, te proponemos que completes esta larga lista jugando con tus hijos e hijas a lo que a vos te gustaba jugar de pequeño, o a lo que a tu hijo le gusta jugar.

Sandra Tempra

Directora Jardín Platero

Apdes Mendoza